Algunos cambios en mi casa: De vainilla a turquesa

A continuación os presento la habitación de mi casa que llamamos "la pequeña", "de invitados", ...

Esta Semana Santa no me lo pensé dos veces y me puse manos a la obra. El color ya lo había comprado dos o tres semanas antes así que sólo había que aplicarlo.

El Jueves Santo, con la ayuda de mi hija y la de mi marido, pintamos la zona que comunica las habitaciones en nuestra casa. Lo tenía claro, sería con rayas, así que allá que me lancé a hacer lo que no había hecho en mi vida, tirar lineas con cinta de carrocero y pintar. Pero esto será para otro post.

Esa misma noche y con las rayas acabadas preparé la habitación, es decir, cinta de carrocero por todas partes, con la intención de pintar a la mañana siguiente. Me dio un ataque de pintora que no veáis así que a las 6:30 de la mañana del Viernes Santo me desperté y me puse a pintar silenciosamente. Cuando el resto de la casa amaneció ya estaba listo para pintar la segunda mano. Aquí ya recibí ayuda porque os prometo que lo veía todo azul y estaba cansada.

Demasiado trabajo para poco más de un día.

Y este es el resultado una vez recogidito todo como si nada hubiese pasado.

Sólo pinté las dos paredes que veis, el resto, pared de la ventana y pared del armario, se quedó en el color vainilla original.

Aquel día mis hijas, una argumentando que era la mayor y otra que era la pequeña, se disputaban la habitación. Al llegar la noche decidieron que están mejor juntas en la suya...