Esta lata de galletas es de reciente adquisición para mi casa.
La compré porque sentí cierta añoranza al recordar que en mi casa (la de mis padres) había una idéntica llena de galletas María, las de toda la vida. Aún la conservan.
Seguro que más de uno la ha visto alguna vez.
La compré porque sentí cierta añoranza al recordar que en mi casa (la de mis padres) había una idéntica llena de galletas María, las de toda la vida. Aún la conservan.
Seguro que más de uno la ha visto alguna vez.
2 comentarios:
Hola Ana,
Me ha sorprendido gratamente encontrarme con este blog. ¡Esta muy bien!
Esta anecdota que compartes, me ha hecho particularmente sensible, y por eso te escribo, yo también tuve una galletera similar en mi infancia.
Un saludo, seguiré tu blog.
Muchas gracias Javier por tus palabras...
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