En una de nuestras sesiones de sol y piscina una amiga me comentó que había adquirido un par de sillas para las mesas de estudio de sus hijas. Fue amor a primera vista y no se pudo resistir. ¡¡No me extraña!!
Me comentó que en la parte de abajo del asiento traía una pegatina con la referencia CH 24 y, desde luego, la búsqueda por internet resultó de lo más sencilla.
Me comentó que en la parte de abajo del asiento traía una pegatina con la referencia CH 24 y, desde luego, la búsqueda por internet resultó de lo más sencilla.
Aunque estoy segura de que muchos ya la conoceis, os puedo decir, por lo que he leído, que el diseñador y ebanista danés Hans J. Wegner la diseñó en el año 1950. Actualmente está disponible en distintas maderas (haya, arce, roble, fresno, ...) y acabados (barniz transparente, laca coloreada, ...)
Su asiento es de cuerda natural y por su funcionalidad, diseño y sencillez ofrece muchas posibilidades a la hora de integrarla en nuestra casa.
Fotos: Suiteny
Es increible la historia que puede tener una silla.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Besotes
Fabiola
quiero esa silla, de verdad!!! me encanta!!!
ResponderEliminarYo también la quiero, pero me tendré de conformar con una réplica;) ya que la original se escapa muy mucho de mi presupuesto!
ResponderEliminarAnna
Me encanta esta silla de todas lss maneras, colores y en cualquier lugar. Sus lineas depuradas combinan con todo. Un acierto la elección de tu amiga.
ResponderEliminarBesitos